
Carlitos
Brandsen y Del Valle Iberlucea
La Boca
En su esquina Azul y Oro Carlitos recibe en un ambiente despojado, de mesas sin mantel y tubos fluorescentes; minimalismo puro.
No se atreva a pedir el menú: el anfitrión, en persona, traerá entradas, platos, más platos y postres con la intuición de un maestro.
Para destacar las croquetas de papa, los crepes de mariscos y una carne a la parrilla de primera calidad. Además -según dice la mitad más uno- la pizza es la mejBrandsen y Del Valle Iberlucea
La Boca
En su esquina Azul y Oro Carlitos recibe en un ambiente despojado, de mesas sin mantel y tubos fluorescentes; minimalismo puro.
No se atreva a pedir el menú: el anfitrión, en persona, traerá entradas, platos, más platos y postres con la intuición de un maestro.

Se dice por lo bajo que en su primer visita uno paga el derecho de admisión pero cuando se es cliente, deja de ser tan caro.
Entre sus figuras habituales está el célebre chef –de vuelta de todo- Francis Mallman.
Tres personas, comida sin límite, una cerveza y vino Callia: $180
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